jueves, 20 de octubre de 2016

TENGO ALGO QUE CONTARTE (5)

Correspondencia entre dos mujeres.



La Habana, 10 de octubre de 2016


Vicentita,

Amiga, ya conoces que hace apenas unos días el terrible huracán Matthew se ensañó con el extremo oriental de la isla de Cuba.

Se acercó lentamente a la zona oeste. En un engañoso comportamiento meteorológico, tuvo, lo que los expertos llaman, un comportamiento errático, variando su orientación y fuerza de las lluvias y vientos, hasta que ya caída la noche, el pasado 5 de Octubre entró por un lugar llamado Punta Caleta y arrasó a su pasó por los municipios de Imías, Maisí y la ciudad de Baracoa.

No hubo pérdidas humanas. La población y el gobierno aunaron esfuerzos para que nadie quedara desamparado. Fueron evacuadas 227.598 personas. De ellas 182.281 en casas de familia y 45.508 en centros de recepción habilitados con alimentación, agua potable, dormitorios y atención sanitaria.



Digo sólo en Guantánamo porque se tomaron medidas de protección de personas, de bienes personales y estatales en Santiago de Cuba, Holguín, Victoria de las Tunas, Camaguey y en el hermoso cayerío de los Jardines del Rey, al norte de la zona central del país.

Los medios de comunicación radial, escrito y televisivos trabajaron antes, durante y después del paso del huracán para difundir las medidas de seguridad epidemiológica a fin de que la población tuviera una percepción objetiva de lo que se les venía encima y con posterioridad al paso, paulatinamente se informó de los daños y medidas de recuperación.
Matthew entró a Cuba con una artillería combinada de alto calibre meteorológico. Intensas lluvias, fuertes vientos, desbordamientos de los ríos, elevación y entrada del mar a las zonas costeras con olas que alcanzaron hasta 10 metros de altura, lo que destruyó puentes, torres y medios de telecomunicaciones, fibra óptica, tendidos eléctricos y cerca del 90% del fondo habitacional de la zona afectada.

Mucha gente, al amanecer, fue a sus lugares de viviendas y se encontraron con las calles destrozadas, sin luz, sin comunicación de ningún tipo y con la mayor parte de las viviendas parcial o completamente destruidas, en particular en Baracoa, las imágenes son dantescas.

No obstante debo decir sinceramente que desde los primeros reportes divulgados, por la colaboración de radios aficionados, vía telefonía celular y algo por Internet, se sintió en efecto el dolor y la tristeza que estaban sufriendo por el panorama de destrucción, a la vez que ellos, los más afectados, aseguraron de que tenían la certeza de que no quedarían olvidados, ni desamparados y agradecían por estar vivos.

Casi de inmediato se pusieron en acción múltiples acciones de la llamada fase recuperativa y a las 12 horas siguientes, por vía área, se comenzó a acercar a las zonas incomunicadas un huracán de igual magnitud pleno de solidaridad visible en la movilización de personal técnico especializado con la función de, primero, restablecer las vías de acceso y comunicación, y con posterioridad proveer los suministros necesarios para la recuperación.



El Jefe de Estado, Raúl Castro, quien a su vez es el Jefe de la Defensa Civil, visitó las zonas más afectadas con la intención evidente de asegurar a la población la protección y apoyo del estado y reconfortar, en mi opinión, lo más importante que no se puede perder en momentos tan duros, el espíritu de lucha.

Al margen de lo que se ha avanzado en todos los aspectos de la vida de estos poblados, se ha elevado la producción y envío de materiales de construcción subvencionados total o parcialmente por el gobierno para la reconstrucción de las viviendas.

A la par, paulatinamente se avanza en la recuperación de los sectores de servicios y producción subvencionados totalmente por el gobierno.

Así se va recuperando poco a poco lo material y se afianza la confianza que también todo será más bello, como ya sucedió con Santiago de Cuba cuando fue abatido por otro destructor huracán nombrado Sandy.

Y en medios de este desastre, los cubanos comparten, no lo que les excede, sino lo que tienen, con Haití. Antes de las 36 horas del paso de Matthew, a ese país arribó una brigada de profesionales de la salud expertos ante desastres, que se unen a los más de 300 médicos y enfermeras quienes prestan servicios internacionalistas allí. Este personal viajó llevando consigo un donativo en medicamentos y material sanitario.



Los cubanos guardan en su memoria, por generaciones, los recuerdos de varios temibles y cruentos huracanes que han pasado por esta Isla, pero en especial y luctuoso recuerdo, al Huracán Flora, que justo entró por Guantánamo en 1963. Este se mantuvo 136 horas dando vueltas por las montañas y dejó el saldo de cerca de 2.000 fallecidos.

Conozco esa zona oriental. Imponente por sus bosques, montañas, ríos, el valor arquitectónico y simbólico de algunas de sus ciudades. Su historia y la gente, ¡que gente!, para luchar y saborear la vida.

El oriental es valiente, bailador, jaranero y como se dice aquí “echao pa´lante”. Son gente cálida y dulzona.

Baracoa, villa primada, fundada por Diego Velázquez, cumplió 500 años de fundación y recién había sido restaurada para su Aniversario. Colón, le llamó, Puerto Santo, por su imponente belleza y porque él encontró resguardo allí, cuando creyó llegar a China, después de desembarcar por Barien. Es una ciudad de estilo colonial recostada entre el mar Caribe y el macizo montañoso que, en forma de yunque la rodea.



Cuenta con el museo antropológico más importante del país y se baña con el mar y por los ríos Toa y Miel, que por cierto, cuenta una leyenda popular, que el que se baña en las aguas del Miel no le faltará el amor nunca. Vale la pena visitarla.

Las imágenes de destrucción dejadas por el huracán son muy fuertes. Hieren la sensibilidad de todos y nos han entristecido y justo en estos momentos es una baracoense quien, teniendo la vista puesta en su destruida casa, nos dice que se reconstruirá y será más bella, porque la Revolución no abandona a nadie. Y a mí no me cabe la menor duda. Ahí está Santiago de Cuba, bellísima, modernamente reconstruida, después del terrible paso de Sandy hace unos años. No todo está resuelto, pero lo logrado y la alegría de su gente nos reafirman que gana en encanto por días.

Un abrazo fuerte.
La Habanera




(*)Tengo algo que contarte. Correspondencia entre dos mujeres es una relación epistolar entre una mujer de La Habana y otra de Salt (Girona). La publicación de estas cartas se realiza con el permiso de ellas mismas que han confiando en La Guerrilla Comunicacional su publicación.

Si es la primera carta que lees puede ser que te interese ver el histórico de la correspondencia:

Prólogo: http://miraicrida.blogspot.com.es/2016/09/tengo-algo-que-contarte.html
Carta 1ª: http://miraicrida.blogspot.com.es/2016/09/tengo-algo-que-contarte-1.html
Carta 2ª: http://miraicrida.blogspot.com.es/2016/09/tengo-algo-que-contarte-2.html
Carta 3ª: http://miraicrida.blogspot.com.es/2016/09/tengo-algo-que-contarte-3.html
Carta 4ª: http://miraicrida.blogspot.com.es/2016/09/tengo-algo-que-contarte-4.html

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